7.8.05

Crónica del Santander Summer Festival

Alfonso García Cuenca / Pablo Santos Longueira

Santander Summer Festival

La primera edición de este nuevo festival celebrado el 7 y el 8 de julio en la costa cantábrica con motivo del 250º aniversario de Santander, se desarrolló sin incidentes graves que lamentar. En medio de una avalancha de rumores desinformados surgidos a raíz de los atentados terroristas de Londres y que hacían temer la ausencia de diversas bandas y artistas británicas o incluso la suspensión del festival, la organización respondió con ninguna ausencia entre os nombres presentes en el cartel.

El primer día las nubes y la lluvia amenazaron horas antes del comienzo de los conciertos, aunque iniciados estos, el tiempo fue respetuoso y apenas hubo un pequeño chuvasco entre las actuaciones de Morcheeba y The Faint. Al día siguiente el sol y el calor serían protagonistas, permitiendo a los asistenes abarrotar la playa del recinto Rostrío.

Uno de los puntos flacos de la organización fue el difícil acceso al recinto del Santander Summer Festival. La escasa difusión y promoción del festival se evidenció en el camino que conducía hacia él. Otro problema, más frecuente en este tipo de eventos, fue la reducida dotación de baños y duchas, además de unas dimensiones insuficientes del cámping gratuíto.

Con todo, el desarrollo del festival fue en líneas generales positivo. Además de no producirse incidentes, el comportamiento de los artistas fue el deseado y la afluencia del público superó las expectativas, con una media de 14000 personas diarias. La empresa organizadora del evento, Last Tour International, ya ha declarado que una segunda edición sería posible siempre y cuando los puntos débiles de la pasada edición se solucionasen. Léase aspectos relacionados con el acondicionamiento, el acceso, la presión de las fuerzas de seguridad y la flexibilidad burocrática. Además habrá que ver cual es el apoyo prestado por el Ayuntamiento de Santander en un año en el que no se conmemorará el aniversario de la ciudad.

A continuación pasamos a narrar de forma resumida algunas de las actuaciones en las que CoolBeats estuvo presente:

Morcheeba. La banda británica sorprendió en su aparición con una vocalista que no era ni siquiera la sustituta de Skye Edwards en el nuevo disco, Daisy Martey. Se trataba de Jody Sternberg, contratada para actuar con el grupo de los hermanos Godfrey durante toda la gira. El concierto duró una hora y treinta minutos, tiempo en el que los seis músicos que estaban en el escenario fueron ganandose progresivamente al público, presentando la mitad de las canciones del nuevo disco más algunos de los sencillos más clasicos de la banda, que fueron precisamente los más aplaudidos.

The Chemical Brothers. Los cabeza de cartel del primer día en el escenario principal correspondió al dúo de Manchester. Su actuación como viene siendo habitual consistió en un verdadero espectáculo de luz y sonido procedentes de la espectacular maquinaria de Tom Rowlands y Ed Simons. La hora y media que duró la actuación fue probablemente el momento en el que más público entregado se reunió frente al escenario principal durante los dos días que duró el festival. El concierto no fue muy distinto al que los Chemical Brothers venían haciendo el año pasado, pero con la novedad de incluir algunos de los nuevos temas del “Push The Button” intercalados con los éxitos de siempre.


Dj Hell. El capo de International Deejay Gigolo Records abrió la programacion electronica del Santander summer Festival en la carpa Camel, ofreciéndonos un set de hora y media basada en el sonido electro que caracteriza su sello y haciéndonos entender porque está en boca de todos. Amado y odiado a partes iguales, no deja indiferente a nadie.

Superpitcher. Uno de los abanderados del sello Kompakt, aparcó su versión mas romántica y sentimental a la que nos tiene acostumbrados en sus producciones, para dar paso a un set cuyo sonido estuvo caracterizado por una contundencia difícil de asimilar por los allí presentes. A pesar de generar expectativas, su set de hora y cuarto se hizo más predecible y menos creativo por la fuerza que imprimió en sus mezclas, además de dejarse llevar por la fiesta general. De sus manos pudimos escuchar el "Washing Up" de Tomas Andersson, tema que no dejaría de sonar durante todo el festival.

Rinôçerôse. Los franceses fueron los encargados de cerrar el escenario principal el segundo día. Sus temas, interpretados por cinco músicos mas un par de cantantes que aparecían de forma intermitente, lograron que el público saltase y bailase con mayor intensidad que con cualquiera de las actuaciones que les precedieorn ese mismo día. Los fans pudieron escuchar algunos de los cortes nuevos que serán incluídos en el tercer disco del grupo, “Schizophonic”, además de los mayores “hits” de los trabajos anteriores. Todo ello durante la hora y cuarto que duró aproximadamente el concierto.

Marc Houle. El canadiense nos deleitó en su live de una hora con un minimal que hizo honor a la reputación que ostenta el sello M_nus y su gente. Sonidos para oídos exigentes y que gustan del concepto "Less Is More".

2 Many Dj´s. Las sesiones de este dúo se caracterizan por poder lograr reunir a los poperos o rockeros con más ganas de fiesta junto a aquellos incondicionales de las discotecas y clubs. Los belgas Stephen y David Dawaele vieron como, después del concierto de Rinôçerôse, se abarrotaba poco a poco la carpa donde ellos enlazaban innumerables éxitos de otros artistas de ayer y hoy, en una sesión más orientada en esta ocasión a la música electrónica. La actuación resultó ser una hora y media de baile continuo que inauguraba, junto a Marc Houle en la otra carpa, los “sets” y “lives” de la madrugada.

Vitalic. Pascal Arbez apareció poco después de los belgas para conectar su portátil y desengranar prácticamente de forma completa el disco “OK Cowboy” en apenas una hora. Los asistentes pudieron comprobar como a esas alturas de la noche la intensidad sonora alcanzaba el calificativo de demoledora gracias a los temas más potentes del francés.

Nathan Fake. El joven británico fue el siguiente en aparecer en escena, también con su portátil. Más de uno debió quedar sorprendido con un directo muy distinto al que se puede esperar a esas alturas de la noche en una carpa de esas características. La actuación de Nathan Fake, de una hora y cuarto de duración, fue más tranquila y emotiva que la de Vitalic y que la que vendría después de Félix Da Housecat, así como que cualquiera de las actuaciones de la otra carpa.

Felix Da Housecat. La última actuación en la carpa Camel se vio probablemente afectada por la hora que era, ya que de los platos de Felix surgió mucho bombo desenfrenado que convirtió el fin de fiesta en una auténtica “rave techno”. Durante hora y media se pudo escuchar algún que otro clásico remezclado, pero en general el sonido se caracterizó por su elevada contundencia, con la cual se cerró ya en el amanecer el Santander Summer Festival.


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